sábado, 31 de octubre de 2015

Siempre amanece como al principio

Siempre amanece como al principio



Siempre amanece como al principio
Aves que cantan siempre se ven.
Todo hermoso cuando amanece.
Demos con gozo gloria a Dios.

Cae la lluvia sobre la hierba
Como al principio de la creación.
iDios es loado!
Pues nos ha dado,
Con el rocío, su bendición


Suya es la aurora, suyo es el día,
Todo perfecto Dios lo creó;
Una alabanza siempre elevemos,
Cada mañana al Creador

El mundo entero es del Padre celestial

El mundo entero es del Padre celestial



El mundo entero es del Padre celestial;
Su alabanza en la creación escucho resonar.
¡De Dios el mundo es!
¡Qué grato es recordar
Que en el autor de tanto bien podemos descansar!

El mundo entero es del Padre celestial;
El pájaro, la luz, la flor proclaman Su bondad.
¡De Dios el mundo es!
El fruto de Su acción
Se muestra con esplendidez en toda la expansión.


El mundo entero es del Padre celestial;
Y nada habrá de detener
Su triunfo sobre el mal.
¡De Dios el mundo es!
Confiada mi alma está,
Pues Dios en Cristo,
nuestro Rey, por siempre reinará

Señor Jehová Omnipotente Dios

Señor Jehová Omnipotente Dios



Señor Jehová, Omnipotente Dios,
Tú que los astros riges con poder,
Oye clemente nuestra humilde voz,
Nuestra canción hoy dígnate atender.

Eterno Padre, nuestro corazón,
A Ti profesa un inefable amor;
Hazte presente en tu pueblo hoy;
Tiéndenos pues, Tu brazo protector.

A nuestra patria da tu bendición;
Enséñanos Tus leyes a guardar;
Alumbra la conciencia y la razón;
Domina siempre Tú en todo hogar.


Defiéndenos del enemigo cruel;
Concede a nuestras faltas corrección;
Nuestro servicio sea siempre fiel;
Rodéanos de tu gran protección.

Oh juventud que alabas al Señor

Oh juventud que alabas al Señor



Oh juventud, que alabas al Señor,
Con voz de júbilo y devoción.
Tu nombre, oh Cristo, hemos de alabar.
¡Aleluya! ¡Aleluya!

Oh juventud, que sirves al Señor,
Con fe, con gozo y constante amor.
Tu nombre, oh Cristo, hemos de anunciar.
¡Aleluya! ¡Aleluya!

Oh juventud, que marchas por la fe,
Siguiendo a Cristo lograrás vencer.
Consagra hoy tus dones al Señor.
¡Aleluya! ¡Aleluya!

Oye, oh Dios, mi humilde oración.
Mi vida es tuya, tómala, Señor.
Mis pasos guía hacia tu mansión.
¡Aleluya! ¡Aleluya!


Oh juventud, triunfante llegarás.
Dios ha guardado para ti lugar.
Tú has cumplido con valor la misión.
¡Aleluya! ¡Aleluya!

Hoy por los santos que descansan ya

Hoy por los santos que descansan ya



Hoy, por los santos que descansan ya,
Después de confesarte por la fe,
Tu nombre, oh Cristo, hemos de alabar.
¡Aleluya! ¡Aleluya!

Tú fuiste amparo, roca y defensor;
En la batalla, recio Capitán;
Tu luz venció las sombras del temor.
¡Aleluya! ¡Aleluya!

Oh bendecida y santa comunión
De los que aún luchan o en la gloria están;
Un solo cuerpo, porque tuyos son.
¡Aleluya! ¡Aleluya!

Y cuando ruda la batalla es,
Del cielo se oye un cántico triunfal;
Se afirma el brazo, vence al fin la fe:
¡Aleluya! ¡Aleluya!


La aurora eterna ya despuntará;
Las huestes fieles llegarán al Rey,
Cantando alegres a la Trinidad:
¡Aleluya! ¡Aleluya!

Omnipotente Padre Dios

Omnipotente Padre Dios



Omnipotente Padre Dios,
Danos la fe del Salvador,
Que a nuestros padres fue sostén
En los momentos de dolor.
¡Hasta la muerte, en Cristo estén
Nuestra esperanza y nuestra fe!

Danos la fe que dio poder
A los soldados de la cruz,
Que en cumplimiento del deber
Dieron sus vidas por Jesús.
¡Hasta la muerte, en Cristo estén
Nuestra esperanza y nuestra fe!

Danos la fe que dé valor
Para enfrentarnos con el mal,
Y por palabra y por acción
Buen testimonio siempre dar,
¡Hasta la muerte, en Cristo estén
Nuestra esperanza y nuestra fe!

Danos la fe que espera en ti
concédenos descansar así,
danos la fuerza para en bien marchar
y en rectitud tu gloria exaltar.
¡Hasta la muerte, en Cristo estén
Nuestra esperanza y nuestra fe!
Música: ST. CATHERINE, Henry F. Henry, 1864
Letra: Frederick W. Faber, 1849, Primeras tres estrofas

Julio C. Benítez, última estrofa, 2015

La escalera de Jacob

La escalera de Jacob

Himno con pista y diapositivas


Himno cantado


Todos vamos caminando,
y subiendo la escalera,
de Jacob, hacia el cielo,
siervos de la cruz

Cada paso nos acerca,
caminamos en la senda,
Cristo es nuestra escalera,
siervos de la cruz

La mirada está puesta
en la meta que Él trazó.
Animaos, pues, valientes,
siervos de la cruz.

No desmayes en la senda,
mil peligros vienen ya,
Más con Cristo llegaremos,
siervos de la cruz.
Música: Canción religiosa negra EEUU

Letra: Adapta por Julio C. Benítez, Iglesia Bautista la Gracia de Dios, Medellín

viernes, 30 de octubre de 2015

La Ley de Dios perfecta es

La Ley de Dios perfecta es



La ley de Dios perfecta es:
Convierte al pecador;
Su testimonio es tan fiel
Que al simple iluminó.

Los mandamientos del Señor
Dan gozo al corazón;
Tan puro su precepto es
Que aclara la visión.

Es limpio el temor de Dios,
Que permanecerá;
Los sabios juicios del Señor,
Son justos, son verdad.


Deseables más que el oro son,
Sus juicios, mucho más;
Aun más dulces que la miel
Que fluye del panal.

jueves, 29 de octubre de 2015

Tu Palabra es Divina y Santa

Tu Palabra es Divina y Santa



Es de Dios la Santa Biblia,
Su palabra de verdad.
Yo la creo con el alma
Hoy y por la eternidad
Si la Biblia no es mi guía,
Esperanza no tendré;
Aunque el mundo me abandone,
Tu Palabra me da fe.

!Aleluya! !Cuán preciosa!
Es la Biblia, !Roca fiel!
Sus preceptos son seguros
Y son dulces cual la miel.
Fortaleza dame, Cristo,
Pues servirte quiero aquí;
Y a tus pies, oh buen Maestro,
pueda yo aprender de ti.

Es la Biblia tu palabra
verdad fiel para mi ser
Alimento puro y limpio,
crisol purificador;
revelando mis maldades,
me conduces a Jesús.
Gracias Dios por tu Palabra,
ella es vida para mi.
Música: O DU LIEBE MEINER LIEBE
Letra: Estrofa 1, Nikolaus von Zinzendort
Estrofa 2, Christian Gregor

Estrofa 3, Julio C. Benítez

Gozo la Santa Palabra leer

Gozo la Santa Palabra leer



Gozo la santa Palabra al leer,
Cosas preciosas allí puedo ver;
Y sobre todo, que el gran Redentor,
Es de los niños el tierno Pastor.

Con alegría yo cantaré
Al Redentor, tierno Pastor,
Que en el Calvario por mí murió,
Sí, sí, por mí murió.

Me ama Jesús, pues su vida entregó,
Por mi salud y de niños habló;
"Dejad los niños que vengan a mí,
Para salvarlos mi sangre vertí."

Con alegría yo cantaré
Al Redentor, tierno Pastor,
Que en el Calvario por mí murió,
Sí, sí, por mí murió.

Si alguien pregunta que cómo lo sé,
"Busca a Jesús, pecador," le diré;
'Por su palabra, que tienes aquí,
Aprende y siente que te ama a ti."


Con alegría yo cantaré
Al Redentor, tierno Pastor,
Que en el Calvario por mí murió,
Sí, sí, por mí murió.

Padre Tu Palabra es

Padre Tu Palabra es



Padre, Tu Palabra es
Mi delicia y mi solaz;
Guíe siempre aquí mis pies,
Y a mi alma traiga paz.

Es tu ley, Señor,
Faro celestial,
Que en perenne resplandor,
Norte y guía da al mortal.

Si obediente oí tu voz,
En tu gracia fuerza hallé,
Y con firme pie y veloz,
Por tus sendas caminé.

Es tu ley, Señor,
Faro celestial,
Que en perenne resplandor,
Norte y guía da al mortal.

Tu verdad es mi sostén,
Contra duda y tentación,
Y destila calma y bien
Cuando asalta la aflicción

Es tu ley, Señor,
Faro celestial,
Que en perenne resplandor,
Norte y guía da al mortal.

Son tus dichos para mí,
Prendas fieles de salud;
Dame, pues, que te oiga a ti,
Con filial solicitud.


Es tu ley, Señor, 

Faro celestial, 
Que en perenne resplandor, 
Norte y guía da al mortal.

Dicha grande es la del hombre

Dicha grande es la del hombre



Dicha grande es la del hombre, cuyas sendas rectas son;
No anda con los pecadores, en actuar de perversión.
A los malos consejeros deja, porque teme el mal;
Huye de la burladora gente impía sin moral.

Antes, en la ley divina cifra su mayor placer,
Meditando día y noche en su divinal saber.
Éste, como el árbol verde, bien regado y en sazón,
Frutos abundantes rinde y hojas que perennes son.

Él prospera en lo que emprende y le sale todo bien;
Mas funestos resultados los impíos siempre ven.
Porque Dios la senda mira por la cual los suyos van!
Otra es la de los impíos: al infierno bajarán.

Oh Dios bueno danos la gracia de andar en rectitud;
que en tu santa Ley anhelemos caminar en santidad.
Porque tú eres Dios Santo y Puro, y un camino de santidad,
has trazado para tu pueblo, quien un día a ti te verá

Música: BEECHER, Johan Zundel, 1870
Letra: T. M. Westrup, primeras tres estrofas

Julio C. Benítez, última estrofa

Espíritu de Luz y Amor

Espíritu de Luz y Amor



Espíritu de luz y amor,
Escucha nuestro ruego;
Inflama nuestro corazón
Con tu celeste fuego.

Ven a los que en pecado están,
Sus almas vivifica;
Y a los que por ti viven ya
sus almas santifica.

Promesa del Señor Jesús
Y dádiva del Padre,
Con tu poder, con tu virtud,
de gracia nos inundes

Espíritu sustentador,
fortalece al que es débil,
guárdanos en ti, llénanos de ti,
de tu amor siempre bañados

Espíritu ven de Jesús,
celeste don Sagrado,
danos más amor, llena el corazón,
de humildad y fe sincera

Espíritu escrutador,
que miras lo profundo,
concédenos ver nuestro mal,
llévanos a arrepentirnos
Música: DOMINUS REGIT ME, John B. Dykes, 1868
Letra: Himno latino, primeras tres estrofas

Julio C. Benítez, últimas tres estrofas

miércoles, 28 de octubre de 2015

Aleluya Alma mía Canta salmos

Aleluya Alma mía – canta Salmos



!Aleluya! Alma mía, canta salmos a tu Dios;
He de darle, mientras viva, alabanzas con mi voz.
No confiéis en meros hombres: ni los reyes durarán.
Todos mueren; y sus planes, pues, también perecerán

Es dichoso él cuya ayuda es el Dios de Israel.
En Jehová, su Dios, espera; bienaventurado aquel.
Dios creó el universo, para siempre es su verdad.
Cuidará a los agraviados; hace obras de bondad.

Da comida a los hambrientos; al cautivo librará;
Él levanta a los caídos; a los ciegos vista da.
Guardará a los extranjeros, viudas, huérfanos también.
Dios trastorna a los impíos, mas al justo da sostén

!Aleluya! Alma mía, canta salmos a tu Dios;
He de darle, mientras viva, alabanzas con mi voz.
Soberano sobre todo reina siempre el Dios de Sión.
El merece de su pueblo alabanza y bendición


Gloria Patri

Gloria Patri




Gloria demos al Padre,  al Hijo Y al Santo Espíritu;
Como eran al principio
Son hoy y así serán,
Eternamente. Amén.

Divino Espíritu de Dios

Divino Espíritu de Dios



Divino Espíritu de Dios, enviado por Jesús,
Del bien condúcenos en pos y alúmbranos tu luz

Haz comprender al corazón cuán grave es su maldad,
Y danos el precioso don de andar en santidad.

Venza la fuerza de tu luz al fiero tentador
Por Cristo, quien muriendo en cruz nuestro dolor sufrió


Sé nuestro guía al transitar la senda que él trazó;
Danos poder para triunfar, siguiendo de él en pos.

Espíritu de Amor

Espíritu de Amor



Espíritu de amor que estás en nosotros,
Ven presto a revelarnos
Tú santa voluntad.

Espíritu de amor, ven a dirigirnos,
Y que al vivir, podamos hacer
Tú voluntad.


Espíritu de amor, haz que hoy vivamos
En paz, amor y gozo.
Sosténnos hasta el fin.

Santo Espíritu lléname

Santo Espíritu lléname



¡Oh, Santo Espíritu de Dios!
Unge mí corazón;
Tu luz divina brille en mí
con todo su esplendor.

¡Lléname! ¡Lléname! Santo Espíritu de Dios.
Mueve mí ser con tu poder,
¡Oh, Santo Espíritu, lléname

¡Oh, Santo Espíritu de Dios!
Toma mí voluntad;
Hazme saber el gran poder
de Cristo con claridad.

¡Lléname! ¡Lléname! Santo Espíritu de Dios.
Mueve mí ser con tu poder,
¡Oh, Santo Espíritu, lléname

¡Oh, Santo Espíritu de Dios!
Dame tu gran poder;
Enciende el fuego de tu amor
muy dentro de mí ser.

¡Lléname! ¡Lléname! Santo Espíritu de Dios.
Mueve mí ser con tu poder,
¡Oh, Santo Espíritu, lléname

¡Oh, Santo Espíritu de Dios!
Escucha mí oración;
Mí vida entera te la doy
en fiel consagración.


¡Lléname! ¡Lléname! Santo Espíritu de Dios.
Mueve mí ser con tu poder,
¡Oh, Santo Espíritu, lléname

martes, 27 de octubre de 2015

Cristo viene

Cristo viene



¡Cristo viene! No más guerras ni vergüenza, ni aflicción;
Hoy nos trae fe, esperanza esta fiel proclamación:
Cristo viene, Cristo viene, Cristo viene.
Ven, sí, Príncipe de Paz,
ven, oh Príncipe de Paz

De esta tierra es la historia de amargura y dolor,
Pero sí verá tu gloria cuando vengas, oh Señor.
Cristo viene, Cristo viene, Cristo viene:
Que lo diga hoy la grey, que lo diga hoy la grey


Y al tener tan grata nueva la debemos compartir
Y este coro que se eleva pueda el mundo hoy oír:
Cristo viene, Cristo viene, Cristo viene.
Ven, Jesús, oh pronto, ven.
Ven, Jesús, oh pronto, ven.

lunes, 26 de octubre de 2015

Viene otra vez

Viene otra vez



Viene otra vez nuestro Salvador,
¡Oh que si fuera hoy!
Para reinar con poder y amor,
¡Oh que si fuera hoy!
El por su iglesia viene esta vez,
Purificada en su grande amor.
Del mundo por la redondez,
¡Oh que si fuera hoy

¡Gloria! ¡gloria! gozo sin fin traerá,
¡Gloria! ¡gloria! al coronarle Rey;
¡Gloria! ¡gloria! la senda preparad,
¡Gloria! ¡gloria! Cristo viene otra vez.

Terminará la obra de Satán,
¡Ojalá fuera hoy!
No más tristezas aquí verán,
¡Ojalá fuera hoy!
Todos los muertos en Cristo irán
Arrebatados por su Señor;
¿Cuándo estas glorias aquí vendrán?
¡Ojalá fuera hoy!

¡Gloria! ¡gloria! gozo sin fin traerá,
¡Gloria! ¡gloria! al coronarle Rey;
¡Gloria! ¡gloria! la senda preparad,
¡Gloria! ¡gloria! Cristo viene otra vez.

Fieles y leales nos debe hallar,
¡Si él viniera hoy!
Todos velando con gozo y paz,
¡Si él viniera hoy!
Multiplicadas señales hay,
De su venida se ve el fulgor,
Ya más cercano el tiempo está,
¡Ojalá fuera hoy!


¡Gloria! ¡gloria! gozo sin fin traerá,
¡Gloria! ¡gloria! al coronarle Rey;
¡Gloria! ¡gloria! la senda preparad,
¡Gloria! ¡gloria! Cristo viene otra vez.

domingo, 25 de octubre de 2015

Tuya es la gloria

Tuya es la gloria



Tuya es la gloria, victorioso Redentor,
Porque tú la muerte venciste, Señor.
Quitan la gran piedra ángeles de luz,
Y en la tumba el lienzo guardan, oh Jesús

Tuya es la gloria, victorioso Redentor,
Porque tú la muerte venciste, Señor.

Vemos que llega el resucitado ya;
Ansias y temores él nos quitará.
Que su iglesia alegre cante la canción: ¡Vivo está!
¡La muerte pierde su aguijón!

Tuya es la gloria, victorioso Redentor,
Porque tú la muerte venciste, Señor.

¡Ya no dudamos, Príncipe de vida y paz!
Sin ti no valemos; fortaleza das.
Más que vencedores haznos por tu amor,
Y al hogar celeste llévanos, Señor.


Tuya es la gloria, victorioso Redentor,
Porque tú la muerte venciste, Señor.

Oh hermanos dad a Cristo

Oh hermanos dad a Cristo



Oh hermanos, dad a Cristo alabanzas mil,
Él la muerte ha vencido y la tumba vil.

Cristo, por tu gran victoria
Me das vida a mí;
Vencedor, tú, de la muerte;
¡Gloria doy a ti!

En la cruz él fue clavado por mí, pecador;
Por su muerte él se hizo nuestro Redentor.

Cristo, por tu gran victoria
Me das vida a mí;
Vencedor, tú, de la muerte;
¡Gloria doy a ti!

En la tumba sepultaron a mi Salvador;
Su presencia le ha quitado todo el terror.

Cristo, por tu gran victoria
Me das vida a mí;
Vencedor, tú, de la muerte;
¡Gloria doy a ti!

La potencia de la muerte Cristo derrotó;
Del sepulcro tenebroso él se levantó.


Cristo, por tu gran victoria
Me das vida a mí;
Vencedor, tú, de la muerte;
¡Gloria doy a ti!

sábado, 24 de octubre de 2015

Alegres cantemos canciones de loor

Alegres cantemos canciones de loor



Alegres cantemos canciones de loor:
Jesús victorioso es nuestro Salvador.
Al Salvador rindámosle honor;
La muerte ya venció nuestro Salvador.
Al Salvador rindámosle honor;
La muerte ya venció nuestro Salvador.

Los malos negaron a nuestro Redentor
Y le condenaron a la crucifixión.
Resucitó Jesús nuestro Señor.
Los ángeles del cielo le dan loor.
Resucitó Jesús nuestro Señor.
Los ángeles del cielo le dan loor.


Jesús, Hijo Santo del Padre Celestial,
El mundo está lleno de tu majestad.
Tu gran amor nos da felicidad.
Y al cielo junto a ti hemos de llegar.
Tu gran amor nos da felicidad.
Y al cielo junto a ti hemos de llegar.

¿Viste tú?

¿Viste tú?



¿Viste tú cuando en la cruz murió?
¿Viste tú cuando Dios le abandonó?
¡Oh! hay veces que al pensarlo tiemblo, tiemblo, tiemblo.
¿Viste tú cuando en la cruz murió?

¿Viste tú cuando expiró allí?
¿Viste tú cuando en dolor clamó?
¡Oh! hay veces que al pensarlo tiemblo, tiemblo, tiemblo.
¿Viste tú cuando expiró allí?

¿Viste tú cuando enterrado fue?
¿Viste tú cuando entró en lobreguez?
¡Oh! hay veces que al pensarlo tiemblo, tiemblo, tiemblo.
¿Viste tú cuando enterrado fue?


¿Viste tú cuando él resucitó?
¿Viste tú cuando el alba despuntó?
¡Oh! hay veces que al pensarlo tiemblo, tiemblo, tiemblo.
¿Viste tú cuando él resucitó?

Letra y música: Were You There, canción religiosa negra, EEUU. Adapt. John W. Work, h. y Frederick J. Work, 1907. Tr., Arnoldo Canclini
Letra adaptada por Julio C. Benítez, Iglesia Bautista la Gracia de Dios, Medellín

Herido triste a Jesús

Herido triste a Jesús



Herido, triste, a Jesús mostréle mi dolor,
Perdido, errante, vi su luz, bendíjome en su amor.

Sobre una cruz, mi buen Jesús, Su sangre derramó
Por este pobre pecador a quien así salvó

Venció la muerte con poder, y el Padre le exaltó,
Confiar en Él es mi placer, morir no temo yo


Aunque Él se fue, conmigo está el gran Consolador,
Por Él entrada tengo ya al reino del Señor

viernes, 23 de octubre de 2015

Inmensa y sin igual piedad

Inmensa y sin igual piedad



¡Inmensa y sin igual piedad! Jesús murió por mí;
Y por mi culpa vil sufrió la muerte en la cruz.

Acuérdate, Señor Jesús; acuérdate de mí;
Y por tu muerte y tu pasión,
¡Oh, ten piedad de mí!

Por la maldad que hice yo, murió el Redentor:
¡Oh qué divina compasión!
¡Qué infinito amor!

Acuérdate, Señor Jesús; acuérdate de mí;
Y por tu muerte y tu pasión,
¡Oh, ten piedad de mí!

Y tuvo que esconderse el sol en negra confusión,
Al ver morir al Salvador por nuestra redención.

Acuérdate, Señor Jesús; acuérdate de mí;
Y por tu muerte y tu pasión,
¡Oh, ten piedad de mí!

¡Amado Cristo!, no podré jamás pagar tu amor;
Mas lo que tengo doy a ti, tu siervo soy, Señor


Acuérdate, Señor Jesús; acuérdate de mí;
Y por tu muerte y tu pasión,
¡Oh, ten piedad de mí!

En la vergonzosa Cruz

En la vergonzosa Cruz



En la vergonzosa cruz padeció por mí Jesús;
Por la sangre que vertió mis pecados él expió.
Lavará de todo mal ese rojo manantial,
El que abrió por mí Jesús, en la vergonzosa cruz.

Sí, fue por mí, sí, fue por mí;
Sí, por mí murió Jesús en la vergonzosa cruz.

¡Oh qué amor, qué inmenso amor reveló mi Salvador!
La maldad que hice yo al suplicio le llevó.
Ahora a ti mi todo doy, cuerpo y alma, tuyo soy;
Mientras permanezca aquí,
hazme siempre fiel a ti.

Sí, fue por mí, sí, fue por mí;
Sí, por mí murió Jesús en la vergonzosa cruz.

Yo de Cristo sólo soy, a seguirle pronto estoy;
Al bendito Redentor serviré con firme amor.
Sea mi alma ya su hogar, y mi corazón su altar;
Vida emana, paz y luz,
del Calvario, de la cruz


Sí, fue por mí, sí, fue por mí;
Sí, por mí murió Jesús en la vergonzosa cruz.