domingo, 27 de diciembre de 2015

Por veredas extraviadas

Por veredas extraviadas



Por veredas extraviadas,
¡dulce Salvador!
Mi alma, en busca de reposo,
encontró dolor.

Sólo en mi poder confiado,
la verdad busqué,
Y tan sólo error y fraude
por mi mal hallé

Tengo sed de vida eterna,
quiero en ti beber;
Lejos yo de tu presencia
voy a perecer.


A los pies de Jesucristo
yo postrado estoy;
Habla, oh Señor, a mi alma,
que tu siervo soy

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