En ti, Jesús, dulce es pensar
En ti, Jesús, dulce es
pensar; a mi alma trae solaz
En ti cuán dulce es descansar, y contemplar tu faz
En ti cuán dulce es descansar, y contemplar tu faz
Jesús, no puede
el ser mortal más dulce nombre hallar.
No puede el ángel otro igual al tuyo pronunciar
No puede el ángel otro igual al tuyo pronunciar
Dulce esperanza,
compasión, y gozo pleno das,
Al penitente corazón que a ti buscando va.
Al penitente corazón que a ti buscando va.
Sólo él que te
halla entenderá lo grande de tu amor;
Pues lengua no hay que explicará lo que eres, oh Señor.
Pues lengua no hay que explicará lo que eres, oh Señor.
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