miércoles, 4 de noviembre de 2015

Cariñoso Salvador huyo de la tempestad

Cariñoso Salvador



Cariñoso Salvador, huyo de la tempestad
A tu sello protector, fiándome de tu bondad.
Sálvame, Señor Jesús, de la furia del turbión;
Hasta el puerto de salud, guía tú mi embarcación.

Otro asilo no he de hallar, indefenso acudo a ti;
Voy en mi necesidad, porque mi peligro vi.
Solamente, tú, Señor, puedes dar consuelo y luz;
A librarme del temor corro a ti, mi buen Jesús.

Cristo, encuentro todo en ti, y no necesito más;
Débil, me pusiste en pie; triste, tu amor me das;
Al enfermo das salud; guías tierno al que no ve;
Con amor y gratitud tu bondad ensalzaré.


Cristo a ti mi todo doy, tú eres mi Consolador;
Me proteges del turbión, de este mundo abrumador;
de la tentación atroz, libras mi alma, me das paz;
Con alegre corazón, tu poder alabaré.

No hay comentarios:

Publicar un comentario